La jornada electoral se celebró el 14 de marzo de 2004 en un ambiente político profundamente sacudido por el atentado terrorista del 11-M (el gobierno del PP atribuyó a ETA, cuando muchas pistas indicaban una orientación islamista vinculada con Al-Qaeda). Las previsiones de una nueva victoria del Partido Popular no se cumplieron. El PSOE consiguió un número mayor de votos y José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido presidente de gobierno. La inesperada victoria socialista, que el PP atribuyó al ambiente generado por los atentados provocó que el clima político se caracterizase por un alto grado de enfrentamiento entre el gobierno y la oposición (crispación política).
La primera medida del nuevo gabinete fue la retirada de las tropas españolas en Irak (abril de 2004). Lo que supuso un distanciamiento de respecto a los EE.UU y un retorno al alineamiento en la política exterior con Europa. También se retiró el Plan Hidrológico y se reformaron las leyes educativas de los populares. Se llevó a cabo una importante labor legislativa de carácter cívico y social, como la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y la Ley de Dependencia. Se legisló sobre la violencia de género, la regulación de inmigrantes, sobre la agilización de los trámites del divorcio y se introdujeron modificaciones en el Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Aspecto muy contestado por los sectores conservadores y por la Iglesia católica.
En la política interior tuvo gran importancia la renovación de algunos estatutos de Autonomía ( Cataluña, Valencia, Andalucía....)
En las elecciones de marzo de 2008, el PSOE revalidó su triunfo y consiguió una segunda legislatura para José Luis Rodríguez Zapatero.
Los desafíos del golpismo y del terrorismo
Mientras la mayoría de las fuerzas políticas y de la sociedad española apostaban por un consenso social que consolidase el proceso de transición , algunos sectores promovían la violencia para desestabilizar al país y obstaculizar la construcción democrática. Las principales amenazas provenían del involucionismo, del golpismo militar y del terrorismo.
Las fuerzas de extrema derecha nostálgicos del franquismo se movilizaron para impedir la consolidación democrática . Organizaron para ello manifestaciones y grupos violentos: Guerrilleros de Cristo Rey, la Triple A o el Batallón Vasco Español. Los incitaba la prensa ultraderechista (El Alcazar), o intentos de golpe de Estado (Operación Galaxia 1978),
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