La transformación de las mentalidades
Conjuntamente con los cambios socioeconómicos, también se ha producido un proceso de transformación de las mentalidades. Destacan la nueva estructura familiar, la secularización de la sociedad, la equiparación de la mujer al varón, y la generalización de actitudes más tolerantes hacia los diversos comportamientos sociales.
1- Respecto a la estructura familiar, se ha producido el fin de la familia tradicional y el surgimiento de modelos alternativos de la familia (monoparental, parejas de hecho, parejas homosexuales...) Además asistimos a un proceso de democratización en las relaciones intrafamiliares, más afectivo y tolerante que el anterior rígido y autoritario. Este hecho, la prolongación de los estudios y la precariedad laboral, ha retrasado la emancipación de los jóvenes del hogar familiar.
2- El papel de la mujer ha experimentado una gran revolución, a partir de la incorporación al mercado laboral. Se ha legislado para la equiparación de sexos. Los roles tradicionales de varón proveedor de recursos y mujer de tareas domésticas se está deteriorando. La sociedad también ha hecho frente a la violencia contra las mujeres.
3- El sistema educativo han cambiado. La reforma más relevante ha sido la extensión de la escolarización obligatoria hasta los 16 años en una vía única (ESO) que ha incluido en el sistema educativo a grupos o sectores hasta entonces al margen. En estos años se ha logrado una plena escolarización, la práctica desaparición del analfabetismo y un mayor acceso a la universidad.
4- La estructura del Estado se ha laicizado, lo cual ha comportado, en ocasiones, relaciones tensas con la jerarquía de la Iglesia católica, tanto por la cuestiones de su financiación con recursos públicos como por la promulgación de leyes contrarias a la doctrina católica (divorcio, aborto, matrimonios homosexuales).La sociedad se ha secularizado al convertirse en civiles muchos actos sociales (bodas, nacimientos, entierros...). En 1970 se declaraban no creyentes el 2% de la población, en el año2008, el 26%.
La cultura en democracia
La instauración en España de un régimen democrático con plena libertad de expresión, la desaparición de las restricciones culturales y la intensificación de la actuación del Estado y de las Comunidades Autónomas y de los ayuntamientos a favor de la cultura han contribuido notablemente al incremento de la oferta cultural, así como al resurgimiento de las culturas específicas de las diferentes Comunidades Autónomas. La relación entre la sociedad y la cultura ha cambiado radicalmente como consecuencia de la eclosión de una verdadera cultura de masas. Nunca en España se habían realizado inversiones tan importantes en actividades e infraestructuras culturales: en museos (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y ampliación del Museo del Prado en Madrid, Museo de Arete Romano en Mérida, IVAM en Valencia, MACBA y MNAC en Barcelona, Museo Guggenheim en Bilbao, MUSAC en León...), en auditorios, teatros, bibliotecas, salas de exposiciones, archivos, etc.
Panorama literario y artístico
La generación de escritores que había iniciado su obra durante el franquismo prosiguió brillantemente su trayectoria con la llegada de la democracia. Entre ellos cabe destacar a Juan Benet, Ana María Matute, Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Francisco Umbral, Manuel Vázquez Montalbán, Luis y Juan Goytisolo y Carmen Martín Gaite. También se incorporó a la eclosión literaria una nueva generación integrada por escritores como Antonio Muñoz Molina, Rosa Montero, Javier Marías o Luis Landero. Además, la literatura española se ha visto reconocida internacionalmente con la concesión del premio Nobel a Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989).
En las últimas décadas se ha desarrollado con gran empuje la literatura catalana, en todos los géneros, el ensayo, la poesía y la novela. Últimamente, la novela y la poesía en euskera. En la narrativa gallega también destacan algunos autores.
En las artes plásticas, una generación de artistas vinculada a las corrientes estéticas más contemporáneas ha experimentado nuevos estilos, lenguajes y formas. Destacan, junto a los más veteranos Tápies, Chillida o Saura, artistas más jóvenes como Miquel Barceló, Susana Solano o Antoni Muntadas, que utiliza las nuevas tecnologías. En arquitectura destacan las obras realizadas por Francisco Javier Sáez de Oiza, Rafael Moneo, Ricardo Bofill, Santiago Calatrava, etc. También el nuevo cine español ha irrumpido con fuerza en las pantallas europeas y norteamericanas, con directores como Almodóvar, Saura, Garci, Borau, Trueba, Amenábar, Coixet, Balagueró, etc.
Nuevas formas de cultura popular
La llegada de la democracia impulsó una libertad de creación y una explosión de nuevas formas de cultura popular, relacionadas con la práctica del ocio y una nueva concepción de la comunicación y del espectáculo. Son representativos, como muestra de participación de la juventud en la creación artística, los grafiti, pintadas en lugares públicos que expresan mensajes de tipo social. Otra expresión de la creatividad de la cultura popular fue la llamada “movida madrileña”, en la década de 1980, mezcla de espectáculo, ocio, actitud desenfadada, destape y vitalidad.
En los medios de comunicación de masas se ha producido igualmente una enorme diversificación y un incremento de la popularidad ideológica. En la prensa, junto a diarios con gran tradición como La Vanguardia o ABC, surgieron nuevos periódicos de notable influencia, como El País (1976) y El Mundo (1989). En la televisión y la radio debe destacarse la aparición de cadenas y emisores autonómicas (TV3, Euskal-Televista, Canal 9, Tele Madrid...) a las que, a partir de 1990, se sumaron las cadenas privadas (Tele 5, Antena 3, Canal Plus, etc.) y últimamente Cuatro, y La Sexta. Generalizándose también desde 2010 la TDT. Pese a que la televisión es indudablemente el primer medio difusor de información y cultura, la lucha feroz por mantener los índices de audiencia comporta en ocasiones la emisión de programas estridentes y de muy escasa calidad (Reality Shows)
En los últimos años, la irrupción imparable de la denominada sociedad de la tecnología, de la información y del conocimiento a escala mundial está teniendo unas enormes consecuencias en la sociedad española. El abaratamiento y la multiplicación de los medios de comunicación no sólo han provocado “la muerte de la distancia”, sino que también están produciendo notables cambios en las formas de vida y de relación social y cultural, sobre todo en la generación de los más jóvenes, en su gran mayoría consumados internautas. La creación de redes sociales a través de Internet ha abierto nuevos caminos de relaciones que sin duda van a modificar sensiblemente las pautas de sociabilidad vigentes.
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