Las ideas como objetos del pensamiento.
La existencia del yo como sujeto es una verdad absolutamente cierta pero no parece implicar la existencia de ninguna otra realidad. Pero según lo exige el ideal deductivo, de la primera verdad han de extraerse todos nuestros conocimientos, incluido el conocimiento de realidades extramentales.
Si afirmamos que yo pienso que el mundo existe, hay tres elementos:
1. El yo que piensa, cuya existencia es indubitable.
2. El mundo, como realidad exterior al pensamiento, cuya existencia es dudosa.
3. Tal vez no exista el mundo que pienso, pero es indudable que poseo las ideas de “mundo” y “existencia”, ya que si no las poseyera, no podría pensar que el mundo existe.
Concluye con que el pensamiento piensa siempre ideas. Recayendo siempre sobre las ideas. No pensamos en el mundo, sino en la idea de mundo que es como una representación del mismo.
Las ideas y su realidad objetiva.
Afirmando que el objeto del pensamiento son las ideas lleva a examinar las ideas que el yo pensante tiene en la mente distinguiendo:
· Su realidad: las realidades son modos del pensamiento, sin desigualdad entre ellas.
· Su contenido objetivo: las ideas representan algo. Y si que difieren la una de la otra porque unas tienen más realidad objetiva que otras.
A partir de aquí, se va a plantear el salto de las ideas hasta la realidad extramental. Analizando las ideas que posee el yo pensante para preguntarnos por la causa de las ideas que tenemos, su origen. Encontrando la idea que implique de manera evidente la existencia de aquello que represente. De ahí, distingue tres tipos de ideas:
· Ideas adventicias: parecen provenir de nuestra experiencia externa. Y parecen provenir porque la existencia de una realidad extramental todavía está bajo duda.
· Ideas facticias: aquellas que son fruto de la imaginación y la voluntad. Son combinaciones de ideas adventicias y no pueden ser el punto de partida para demostrar ninguna realidad extramental.
· Ideas innatas: Que provienen de la misma mente y su existencia ya ha sido demostrada. A partir de ellas podemos empezar a construir nuestros conocimientos.
Conclusión:
· Nuestro conocimiento de realidad se construye deductivamente a partir de ciertas ideas y principios evidentes.
· Estas ideas y principios evidentes son innatos del entendimiento, esto es, las posee en sí mismo, al margen de toda experiencia sensible.
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