La
Ilustración se trata de un movimiento
intelectual que, valiéndose de un utillaje ideológico renovado (razón,
naturaleza, progreso, felicidad), trata de conseguir la modernización de la
cultura y la reforma de la sociedad. Las características fundamentales son:
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El desarrollo de la razón y la crítica como elementos
claves para conseguir el progreso y la felicidad de los individuos, abandonando
los prejuicios sociales que limitaban la evolución y la mejora de la vida.
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Fomento desde las autoridades públicas de actividades
encaminadas a mejorar la vida material de las personas a través del desarrollo
de la educación, la economía y las actividades científicas.
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Desarrollo de la educación como base del desarrollo
económico, científico y técnico.
Esta base
ideológica se desarrolla en diversas iniciativas:
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Reformismo en la enseñanza, propiciado por el Estado,
que se plasma en la renovación de los planes de estudio de las universidades,
que inicia Pablo de Olavide en Sevilla, incorporando saberes científicos como
la biología, la física, la geometría o las matemáticas. También se reforman los
Colegios Mayores o se crean instituciones como la Academia de Artillería o la
Librería Real (antecedente dela Biblioteca Nacional).
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Creación de las academias como organismos de discusión
científica y de codificación de las ciencias. Se crean la de Lengua, Historia,
Jurisprudencia, Bellas Artes de San Fernando.
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Surgen las Sociedades Económicas de Amigos del País,
que van a intentar favorecer las actividades científicas a través del estudio y
la difusión, con el objetivo de conseguir el desarrollo de la economía y la
mejora de la vida humana.
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Se impulsan los estudios botánicos, la búsqueda de
nuevas plantas y minerales y su aplicación a la medicina y la industria y se
realizan expediciones científicas, como la célebre de Jorge Juan y Antonio de
Ulloa a Perú en colaboración con una expedición francesa dirigida a medir la
tierra en el Ecuador.
Uno de los
personajes más importantes de la mentalidad ilustrada es G. M. de Jovellanos,
inductor de reformas importantes en la agricultura y en la educación. En la
literatura destacan el padre Feijoo, José Cadalso, L. Fernández Moratín o Juan
Meléndez Valdés, o los fabulistas F. M. de Samaniego y Tomás Iriarte. Son
importantes la reformas urbanísticas, sobre todo el Madrid, donde Carlos III
intentó hacer una ciudad más saludable apoyado por los arquitectos Ventura Rodríguez,
Juan de Villanueva o Francesco Sabatini. Un personaje que destacó fue Francisco
de Goya, pintor de difícil clasificación, pero que supuso el advenimiento de
nuevas formas y técnicas pictóricas que al margen del academicismo reinante
supusieron una revolución en las artes plásticas.
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