El Sexenio Democrático. El Gobierno de Prim y la búsqueda de un rey. (1869-1870)

Debido a la ausencia de rey, Serrano se convierte en Regente y Prim pasa a formar un gobierno formado por progresistas y demócratas. durante este corto periodo se implantan ciertas leyes: Ley sobre el matrimonio civil, Ley Municipal, Ley Electoral y Ley Orgánica entre otros.

Se intenta sacar adelante la economía realizando varias medidas: la circulación de la peseta, el mercado librecambista en el que se reducen los impuestos de aduana y se eliminan impuestos irracionales. A esto se le contrapone el nuevo régimen terrateniente e industrial.

Desde el mismo momento de su formación, este nuevo régimen tuvo que enfrentarse a dos problemas:

Independencia de cuba: los criollos, estaban en contra de la monopolización del mercado por parte de los españoles y encima su presencia en los campos azucareros. Se levantaron en 1868 con el grito de Yala, teniendo el apoyo de Estados Unidos, (dependían de ellos en el comercio) cuyo presidente manifestó su simpatía por los cubanos y querían comprar la isla. España inicia un contrataque contra los cubanos para intentar apagar todas las revueltas, esto provocó un endeudamiento de la Hacienda y de la acción del gobierno español.

Este endeudamiento provocará que no se puedan cumplir con las reformas prometidas y provocará una agitación social dirigida por republicanos y organizaciones obreras unidos a el levantamiento de campesinos, pero será fácilmente sofocada por el Gobierno.  

En semejante situación de inestabilidad emprendió Prim la difícil tarea de buscar un rey. Debía ser persona de prestigio, de sangre real, que no fuera un Borbón y que obtuviera el respaldo de las Cortes y de los gobiernos extranjeros.

Los candidatos fueron múltiples:

  • Fernando I de Coburgo y Luis I de Portugal, cuyas pretensiones fracasaron por la vieja cuestión de la unidad ibérica, siempre denostada en Portugal.
  • El duque de Montpensier, casado con la hermana de Isabel II, al que su opuso Napoleón III y tampoco era bien visto por los monárquicos demócratas españoles por su entronque familiar con los borbones.
  • Leopoldo de Hohenzollern, alemán, que se encontró con la oposición de Napoleón III ante la posibilidad de que Francia se viese entre dos territorios fronterizo con la misma dinastía reinante. Incluso su candidatura acabó sirviendo de pretesto a la guerra franco-prusiana de 1870.
Finalmente, el príncipe Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, aceptó la corona, en parte gracias a la gestión personal y el apoyo de Prim. El 16 de noviembre la Cortes por dos tercios de los diputados eligieron a Amadeo I como rey de España.

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