A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX: Comienza el proceso de industrialización, marcado por el éxodo rural y por tanto, la población aumenta, haciendo que las ciudades también aumentaran. Pero hay un problema y es que no hay sitio para toda la población que ha emigrado.
Trazado: Apareció el Tranvía. Se abrieron nuevas plazas y se construyeron grandes vías. En algunos casos, dentro del casco, rompiendo su trama, como capó con la Gran Vía, y en otros se unieron el casco antiguo con el ensanche burgués. En sus edificios se instalaron funciones terciarias que las convirtieron en la calle principal de la ciudad. A partir de ellas se renovaron las calles próximas. Las calles resultan inapropiado para el tráfico y para las personas, provocando saturación y desaparición de plazas y jardines públicos. Esto se quiere a paliar penatolizando las calles y ensanchando y ajardinando plazas para que vuelvan a ser lugares de reencuentro.
Edificación: en el siglo XIX tiene lugar la desamortización que expropia a los eclesiásticos grandes terrenos con huerto y jardines incluidos a veces y que ocupan una gran extensión de terreno. Los edificios unifamiliares se convierten en edificios en altura, se verticalizan, se utilizan nuevos materiales para su construcción como el hierro y el cristal, se construyen siendo cada fachada de diferentes estilos hasta que en 1960 se instala el estilo moderno. Las únicas excepciones fueron los cascos antiguos que se implantó una política de proteccionismo, haciendo que al no poder implantar nuevas medidas estos edificios históricos se deterioraran, además hubo un progresivo abandono de residentes. La construcción de dichos edificios con distintos estilos hace que el contraste entre barrios sea claro.
Usos del suelo: experimentan una progresiva terciarización. En la década de 1960 se consolida la terciarización haciendo que el casco antiguo se viera como una zona de comercio y de negocios. Se desplazaron los usos residenciales, crece la aglomeración de población en las calles y de tráfico causando un gran deterioro a los edificios históricos por la contaminación. Los barrios degradados pierden su multifuncionalidad e instalan otros con valor de ocio. Con las políticas de reavitalización de la década de 1960 se intenta recuperar aquellos usos tradicionales como el comercio y difundir el uso turístico y cultural.
Sociedad: Los que tienen mayor renta residen en el casco antiguo, mientras que los que tienen menos renta se ven obligados a desplazarse a los barrios degregados. Este problema se quiere apaliar fomentando la instalación de clases medias,
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