La familia de los Austrias heredaron de los Reyes Católicos el sistema político y administración. Gracias a la burocracia hicieron más complejas los sistemas administrativos, y consiguieron separar a la aristocracia del poder de la Corte. Las Cortes se establecieron de manera estable y permanente en Madrid a partir del reinado de Felipe II. La aristocracia o la alta nobleza seguían ostentando los cargos más altos del ejército, de la marina y de la diplomacia, pero siempre SUBORDINANDO a la burocracia. Los reyes se rodean de letrados, gente que conoce las leyes y provienen de un origen modesto, y así la burocracia aumentaba.
Las características principales de esta organización son: el Secretariado y el Consejo pasan a ser los órganos más importantes, apartando a las Cortes para hacer más amplias las consultas. Además, crearon una maquinaria hacendística imponente. Aumentaron el ejército por asuntos imperiales.
El Consejo es el órgano más importante, de carácter consultivo para el rey, ya que le informaba y le ayudaba en todo tipo de asuntos, incluso de la política interior. Estaba formado por altos funcionarios, letrados y representantes de la nobleza y clero. Existían dos tipos de congresos: sectoriales (aquellos que se encargaban de un ámbito en específico) y los territoriales (aquellos que se encargaban de la administración del reino) Tenían jurisdicción en todos los ámbitos.
El Secretario era una figura en ascenso. Persona de confianza del rey y que tenía disposición directa en asuntos del gobierno. Traspasa el asunto del que quiere tratar el rey a los Consejos y más tarde informaba de las deliberaciones al rey.
Las Juntas son un órgano que surgirá en el reinado de Felipe II y que al siglo siguiente se generalizará. Se encargaban de un asunto en específico pero que afectaban a todos los Consejos. Formados por nobleza y clero.
De la administración territorial se encargaban los virreyes o gobernantes, que gobernaban un territorio concreto cada uno. Solían ser personas vinculadas a la familia real o la nobleza, y solían estar vinculados al territorio.
La Hacienda, órgano que sufrió una gran importancia y aumento. A los impuestos comunes y específicos se les suman las cantidades ingentes de metales preciosos procedentes de las Américas. Pero aun así, la política imperial era más costosa que los ingresos. Tras la abdicación de Carlos V, Felipe II se vio obligado a pedir préstamos a banqueros genoveses, alemanes y flamencos, e incluso a la venta de cargos. Además Felipe II se vio obligado a instaurar en 1590 un impuesto llamado de millones que afectó enormemente a los productos básicos.
El ámbito militar se vio aumentado debido a los numerosos conflictos con los que tuvo que lidiar el Imperio para defender el monopolio. Nacen los célebres tercios y la flota se ve obligada a mejorar para defender el comercio con América y Asia.
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