- Agricultura: cultivaban vid y olivo.
- Ganadería
- Explotación de minas donde se extraía plata, oro y cobre. La minería era explotada por una gran minoría de la población debido a la estratificación de la población.
- Comercialización de el estaño a partir de la ruta atlántica.
Actualmente no quedan restos de ciudades pero si de tesoros de oro y plata como La Joya de Huelva.
Su organización política se basaba en la monarquía y se conocen varios reyes importantes como Argantonio o Gargoris.
A comienzos del siglo V a.C. la Península Ibérica se vio fragmentada debido a consecuencias de influencias exteriores. Existían dos zonas culturales diferentes:
1) IBEROS: Influidos por los fenicios y griegos procedentes de las costas del este y del sur, ambos presentaban rasgos comunes pero nunca llegaron a formar una unidad étnica o política.
Sus rasgos principales eran: una agricultura basada en el viz, olivo y cereales, a demás de la plantación de plantas relacionadas con el ámbito textil (lino y esparto)Una explotación intensiva en la zona sur de las minas, lo cual ayudó al desarrollo de la metalurgia (fabricación de armas y orfebrería) y gracias al comercio pudieron acuñar moneda y desarrollar una cultura.
La población ibera vivían en ciudades amuralladas situados en zonas altas de fácil defensa. Se organizaban socialmente en tribus y existía una jerarquía social relacionada con la economía y lo militar, fue la primera vez que surgió la llamada aristocracia guerrera. Estos pueblos destacan por su escultura y por la cerámica lo que explica su gran influencia en occidente. Ejemplos de esta cultura: La Dama de Elche Y Baza y la Bicha de Balazote.
Tenían su propia lengua y su propia escritura, aunque la escritura no se ha podido traducir actualmente)
2) CELTAS: influidos por la emigración indoeuropea. Presenta rasgos autóctonos, rasgos iberos y rasgos indoeuropeos. Eran nombrados por los romanos como los pueblos primitivos. No tenían escritura y hablaban un idioma indoeuropeo.
Presentaban una agricultura pobre basada en los cereales cultivada por los agricultores que vivían en el llano de la meseta. Los ganaderos vivían a lo largo del Sistema Ibérico y Central.
Su organización social era arbitraria ya que los agricultores eran sedentarios y vivían en poblados, mientras que los ganaderos eran nómadas. Sus productos artesanales eran de mala calidad destinados al autoconsumo. Algunos llegaron a desarrollar una gran metalurgia del hierro
Las colonizaciones:
FENICIOS: Su presencia en la Península se debe a las factorías comerciales para la comercialización con los Tartessos. Se le atribuyen la fundación de Gadir (Cádiz) que se estima a lo largo del 1100 a. C. llevando su influencia por todo el sur hasta el siglo VIII a.C. Además, se le atribuyen otras fundaciones de ciudades como Malaca (Málaga) Sexi (Almuñecar) y Abdera (Adra). Su necesidad de comercializar era debido a los productos agrícolas y los metales (plata, oro, estaño y cobre) a cambio, introdujeron en la Península púrpura, la metalurgia del hierro, el torno alfarero, el alfabeto y nuevos dioses.
GRIEGOS: se dice que su primera aparición en la Península se remonta hasta el siglo VIII a.C, aunque no hay pruebas fehacientes hasta el siglo VI a.C. Se le atribuyen la creación de Ampurias y Rosas, a demás de otras colonias pero que de las cuales no se encuentran restos. Ampurias llegó a consolidarse como una gran potencia, que en la cual se exportaba vino, aceite y cerámica; y se importaba sal, esparto y prendas de lino. En la colonia de Ampurias llegó a ser tan importante como para ser amurallada y en su interior se podía apreciar un ágora, un mercado porticado y una zona de templos.
CARTAGINENSES: Tienen su máximo apogeo en el siglo IV a.C. y III a.C. Su influencia se expandió por todo el sur peninsular y por las islas Baleares. Su presencia como sustitutos de los fenicios (Tras la derrota en Tiro por los Babilonios) se debe a su necesidad de comercializar con los metales -tras la conquista y dominio de las minas de Cástulo (Jaén)- , la salazón del pescado y productos agrícolas. Además la Península se convirtió en una fuente de mercenarios para sus tropas.
La conquista del sur fue realizada por Amílcar Barca. Durante el enfrentamiento contra los romanos durante la Segunda Guerra Púnica, que llevó a Anival conquistar Roma que acabó con el dominio de los cartagineses y la conquista de los romanos en la Península desplazando a los púnicos.
GRIEGOS: se dice que su primera aparición en la Península se remonta hasta el siglo VIII a.C, aunque no hay pruebas fehacientes hasta el siglo VI a.C. Se le atribuyen la creación de Ampurias y Rosas, a demás de otras colonias pero que de las cuales no se encuentran restos. Ampurias llegó a consolidarse como una gran potencia, que en la cual se exportaba vino, aceite y cerámica; y se importaba sal, esparto y prendas de lino. En la colonia de Ampurias llegó a ser tan importante como para ser amurallada y en su interior se podía apreciar un ágora, un mercado porticado y una zona de templos.
CARTAGINENSES: Tienen su máximo apogeo en el siglo IV a.C. y III a.C. Su influencia se expandió por todo el sur peninsular y por las islas Baleares. Su presencia como sustitutos de los fenicios (Tras la derrota en Tiro por los Babilonios) se debe a su necesidad de comercializar con los metales -tras la conquista y dominio de las minas de Cástulo (Jaén)- , la salazón del pescado y productos agrícolas. Además la Península se convirtió en una fuente de mercenarios para sus tropas.
La conquista del sur fue realizada por Amílcar Barca. Durante el enfrentamiento contra los romanos durante la Segunda Guerra Púnica, que llevó a Anival conquistar Roma que acabó con el dominio de los cartagineses y la conquista de los romanos en la Península desplazando a los púnicos.
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