El Bienio Reformista (1931 - 1933)

 Las reformas republicanas

El nuevo gobierno emprendió, durante dos años, la tarea de reformar España en un punto de vista democrático, laico y descentralizado. Se pretendía dar solución a algunos de los graves problemas pendientes desde el siglo anterior, con el objetivo de modernizar la economía y la sociedad española.

La reforma militar

Esta reforma fue dirigida por Manuel Azaña. Al ejército se le consideraba atrasado tecnológicamente y con demasiados cargos con relación a la tropa.

Para ello el gobierno decretó una ley de retiros que posibilitó la jubilación de más de la mitad de los oficiales. Igualmente, se sometió el ejército al poder civil, se redujo el número de capitanías generales, se disolvió la Academia Militar de Zaragoza y se cambiaron aquellos mandos del ejército considerados contrarios a la República.

La reforma religiosa y educativa

Se intentó disminuir el peso de la Iglesia católica y su influencia en la educación. La nueva Constitución separó la Iglesia del Estado y, en consecuencia, se abolió el presupuesto de culto y clero, se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas y se disolvió la Compañía de Jesús. También se introdujeron el matrimonio y el entierro civiles y se elaboró una ley de divorcio.

El gobierno trató de promover una educación laica y el Estado asumió la responsabilidad de la escuela pública. De este modo, destinaron grandes inversiones a realizar construcciones escolares y a incrementar el número de profesores.

La reforma territorial

La Constitución abrió el camino a la descentralización del Estado ofreciendo la posibilidad de elaborar estatutos de autonomía y establecer gobiernos autónomos.

En Cataluña. el gobierno provisional de la Generalitat redactó un Estatuto de Autonomía que fue aprobado por las Cortes en 1932. En el País Vasco, se empezó la redacción de un estatuto, que fue aprobado en 1936. En Galicia, el inicio de la Guerra Civil frenó el proceso autonómico.

La reforma agraria

La República abordó el problema del latifundio. En algunas zonas de España, sobre todo en Andalucía y Extremadura, existían cientos de miles de jornaleros sin tierras y en una situación de extrema miseria, mientras que la propiedad se concentraba en manos de unos centenares de propietarios.

Una ley del gobierno, en 1932, decretó expropiables las grandes fincas que no se cultivaran y permitió distribuirlas entre los campesinos sin tierras. El Instituto de Reformas Agraria era la organismo encargado de indemnizar a los propietarios y de facilitar es asentamiento a las familias campesinas.

De la Monarquía a la República

La proclamación de la República.
Las elecciones municipales fueron convocadas el 12 de abril de 1931, y se presentaron como un plebiscito entre monarquía y república. Entonces, la oposición al régimen monárquico (republicanos, socialistas y nacionalistas de izquierda) constituyó una coalición para presentarse unida a las elecciones. (Pacto de San Sebastián, 1930) mientras los partidos monárquicos se presentaron divididos.

Los resultados electorales otorgaron un número de concejales similar a la coalición republicana y a los partidos monárquicos. Pero, aunque estos últimos mantuvieron su fuerza en gran parte de las zonas agrarias, la coalición republicana-socialista triunfó en las grandes capitales y en las regiones industriales.

El resultado evidenciaba un rechazo a la Monarquía y un deseo de cambio político. Miles de ciudadanos salieron a las calles y proclamaron la República. Ante ésto, el rey Alfonso XIII suspendió la potestad real y abandonó el país hacia el exilio. El 14 de abril de 1931 se problamó la República en medio del entusiasmo popular.

El gobierno provisional
Inmediatamente, se formó un gobierno provisional, integrado por republicanos, socialistas y catalanes de izquierda, que inició las primeras reformas:

  • Amnistía para los presos políticos y libertad de partidos y sindicatos.
  • Leyes sociales para mejorar la situación de los jornaleros: jornada laboral de ocho horas y la Ley de Jurados Mixtos.
  • Establecimiento de una Generalidad provisional de Cataluña, como paso previo a la autonomís.
En los primeros meses, el nuevo gobierno tuvo que afrontar algunos conflictos, sobre todo la quema de conventos como respuesta a las declaraciones a favor de la monarquía por parte de la jerarquía eclesiástica. Además, en algunas ciudades españoles, estallaron huelgas obreras convocadas por la CNT, que aspiraban a la revolución social.

En junio de 1931, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, que dieron la mayoría a la coalición republicano-socialista. La primera gran tarea de las nuevas Cortes fue elaborar una Constitución, que fue aprobada en diciembre de ese mismo año.

 La Constitución de 1931

La Constitución reconocía el sufragio universal masculino y femenino y proclamaba la aconfesionalidad del Estado, aunque se respetaban todos los cultos y creencias. Presentaba una declaración de derechos individuales y establecía amplias libertades públicas y privadas. Reconocía el derecho a la propiedad privada, pero se facultaba al gobierno para expropiar bienes considerados de utilidad pública.

El poder legislativo residía en las Cortes, el poder ejecutivo, en el Consejo de Ministros y en el Presidente de la República, mientras se asentaba la independencia de poder judicial.

El Estado se configuraba de forma integral, pero se aceptaba la posibilidad de construir gobiernos autónomos en algunas regiones.

una vez aprobada la Constitución Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República, mientras Manuel Azaña presidía el gobierno formado por republicanos, socialistas y nacionalistas.

Crisis de la Restauración y dictadura (1917 - 1931)

1.- El declive de la Monarquía (1917 - 1923)
Los años entre la crisis de 1917 y el golpe de estado, se caracterizan los problemas políticos debidos a conflictos sociales y a la guerra de Marruecos.

Gobierno de concentración
Entre 1917 y 1923 gobernaron trece tipos diferentes de gobierno, ésto dejo claro el poco apoyo parlamentario por parte de los partidos gubernamentales. Con la crisis de 1917 el turno pacífico llegó a su fin y se formaron tres tipos de gobierno de concentración (liberales, conservadores y nacionalistas catalanes) pero ninguno supo estabilizar el sistema.
La inestabilidad política estuvo acompañada de  una fuerte conflictividad social. Los sindicatos aumentaron sus afiliados. En 1919, la UGT tenía 211.000 afiliados y CNT 700.000. En 1921, los más radicales del PSOE crearon el Partido Comunista de España (PCE)

Conflictividad social
Los sindicatos radicalizaron sus puestos e impulsaron movimientos obreros. Así, en los campos de Andalucía, entre 1918 y 1920 (Trieno bolquevique) los jornaleros ocuparon y repartieron tierras, e incluso paralizaron el cultivo.
Pero el movimiento obrero fue mucho más fuerte entre los trabajadores industriales, especialmente en Barcelona, en área industrial, la empresa de electricidad La Canadiense paralizó, en 1919, la industria y los servicios de Cataluña durante cuarenta días.
Ante esta situación, el gobierno endureció su caracter dando paso a un proceso de violencia social. Por ello,  frente al radicalismo obrero, las organizaciones patronales favorecieron la creación  de unos sindicatos más dóciles y de grupos armados contrarrevolucionarios para que asesinen y amenacen a los dirigentes obreros al mismo tiempo que reventaban violentamente las huelgas (pistolerimo)

La derrota de Annual
En el año 1921, en Annual, el ejército español sufrió una fuerte derrota. Murieron más de 12000 soldados.
Ante el desastre la oposición de izquierdas pidieron una investigación sobre los responsables de la derrota (Expediente Picasso).
Para frenar la presentación a las Cortes del informe, que acusaba a algunos mandos militares e incluso al monarca, ciertos sectores del ejército propiciaron un golpe de Estado para hacerse con el poder.

2.- La dictadura de Primo de Ribera (1923 - 1931)

En 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, con el consentimiento de Alfonso XIII y el apoyo de las organizaciones patronales y de los grupos políticos conservadores, protagonizó un golpe de Estado que dio paso a una dictadura militar inspirada en el fascismo italiano.

El golpe de Estado se justificó con el argumento de que el sistema parlamentario y constitucional estaba desprestigiado y era incapaz de garantizar el origen social y de frenar la revolución social que se avecinaba.

El nuevo régimen instituyó una dictadura militar, suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento y prohibió los partidos políticos y los sindicatos. También destituyó a todos los cargos electos y estableció una rígida censura de prensa.

Suprimió la Mancomunidad de Cataluña y todas las expresiones públicas de catalanismo. También ejerció una gran represión sobre intelectuales, profesores universitarios y organizaciones de izquierda.

La dictadura militar consiguió mantenerse en el poder gracias  a el auge económico, debida a la coyuntura internacional favorable y al fin del conflicto marroquí. En 1929, la crisis internacional se  notó y la oposición a la dictadura aumentó.

Falto de apoyos, el dictador dimitió en enero de 1930. Entonces, Alfonso XIII nombró jefe al general Berenguer, que debía preparar unas elecciones y retornar a la legalidad constitucional.

El declive del turno dinástico (1898 - 1917)

1.- EL DECLIVE DEL TURNO DINÁSTICO (1898 - 1917)

1.1.- EL REFORMISMO CONSERVADOR
La mayoría de edad de Alfonso XIII (1902) se inició con la crisis generada por el desastre del 98 que inició que los partidos dinásticos (conservadores y liberales) iniciaron un programa de reformas para regenerar la vida política española.
Los gobiernos conservadores liderados por Silvela-Polavieja y Antonio Maura iniciaron, hasta 1909, una serie de reformas como la de la Hacienda, ley electoral o Administración local, pero el intento de sanear el sistema político sin acabar con el caciquismo y corrupción electoral, fracasó.
Mientras los partidos de turno dinástico iban perdiendo influencia, la oposición se fortalecía:
El republicanismo aumentó su ascendiente electoral gracias a la creación del Partido Radical y la Unión Republicana.
El socialismo (PSOE) y su central sindical (UGT) consiguieron consoldar su presencia en Madrid, País Vasco y Asturias. Pablo Iglesias, en 1910, fue el primer diputado socialista.
El anarquismo siguió fraccionado, los más radicales apoyaban al terrorismo mientras que otros grupos crearon la Conferencia Nacional de Trabajo (CNT) en 1910.
Los grupos nacionalistas catalanes triunfaron electoralmente en 1907, gracias a la coalición: Solidaritat Catalana.

1.2.- LA SEMANA TRÁGICA
En 1909, se produjo un deterioro de la vida política con motivo del levantamiento popular en Barcelona, conocido como la Semana Trágica. La chispa que inició la revuelta fue la oposición al reclutamiento de soldados para la Guerra de Marruecos.
El levantamiento fue aplastado por el ejército, y la represión resultó desproporcionada (fusilamiento del pedagogo y librepensador Ferrer i Guardia) Estos hechos provocaron la repulsa de la opinión pública y la dimisión de Maura. Ante esta situación, el rey encargó la formación de un nuevo gobierno a los liberales.

1.3.- EL REFORMISMO LIBERAL
A partir de 1910, los liberales iniciaron una experiencia reformista José Canalejas intentó un reforzamiento del poder civil del Estado frente a la influencia de la Iglesia católica. También inició una cierta descentralización del Estado, que se plasmó en la Mancomunidad de Cataluña (1914)
El asesinato de Canalejas por los anarquistas (1912) abrió un período de inestabilidad que condujo de nuevo a los conservadores al poder, a partir de 1913.

1.4.- LA CRISS DE 1917.
Ante los crecientes problemas sociales, los conservadores de Eduardo Dato gobernaron de forma autoritaria, clausurando frecuentemente las Cortes y gobernando por decreto-ley.
El descontento social estalló en 1917, cuando la coyuntura económica creada en España por la Primera Guerra Mundial originó un amplio movimiento de protesta.
Las fuerzas políticas de oposición exigieron la dimensión del gobierno y la convocatoria  de Cortes constituyentes. Grupos militares organizaron juntas de defensa y se enfrentaron a la política del gobierno. Por último, los sindicatos CNT y UGT convocaron una huelga general revolucionaria, con el objetivo de derrocar al gobierno.
Esta situación de crisis generalizada era un reflejo del deterioro de la vida política y social, y aunque el gobierno consiguió reprimir las huelgas y pactar con militares y políticos, se evidenció una situación de grave crisis política.